
Passing the Gift
Johan Sánchez
Evocando el ejercicio de mosaico narrativo y haciendo mención a los procesos sensoriales, a continuación se construirá una historia en donde esté presente la sensación que se produce al estar en cierta vereda ubicada a las afueras de la ciudad de Bogotá, en este caso el lugar tiene un significado profundo y familiar, ya que allí es donde reside la mitad de mi familia en donde tantas historias de muchas vidas se llevaron a cabo, por lo tanto variados recuerdos van y vienen, experiencias que trascienden la temporalidad lineal y convergen en un mosaico de recuerdos que por sí solos construyen una historia atemporal y llena de significado.
Fotografia de mi abuela acompañada por algunos tíos, todos reunidos en frente de su tienda. Al estar en el campo en un lugar diferente a lo que habitualmente una persona citadina está acostumbrada se puede sentir una sensación de
libertad acompañada por la lejanía distante de cualquier otro foco de civilización, en aquel lugar la historia se entrelaza con los diversos relatos que construyen las vidas de las personas que habitan allí, los que llegaron, los que se fueron y ya no están, los nuevos que llegan y los que estan esporádicamente en ciertos eventos y celebraciones en donde se guardan momentos plenamente vividos.
La finca San Antonio, lugar ubicado muy a las afueras de la capital de la República debe su nombre probablemente al nombre del fundador y del primer habitante, Don Antonio Sánchez, supongo que su nombre le recordó a aquel santo patrono de los albañiles y de los pobres viajeros, algo que tal vez sin saberlo quedaba muy bien con el trasfondo de aquel señor y señora, viajeros del campo en donde encontrarían en aquel suelo ancestral, hogar de varias generaciones muiscas, el lugar en donde pasarían el resto de sus vidas y que se convertiría en un pequeño centro de población de no mucho 25 personas, rodeado terrenos que con las continuas igualmente ancestrales y que al momento de su llegada eran solo un elemento del paisaje que encerraba aquel rincon escondido en el amplio e inmenso horizonte de la region geografia perteneciente al departamento de cundinamarqués concretamente en la parte conocida como su sabana occidental.
La sensación de libertad emana de la contemplación del paisaje inmenso en donde se presenta un horizonte interminable lleno del verde paisaje propio de la naturaleza geográfica del lugar la cual hace que el observador tenga una visión de la
dimensionalidad de aquel lugar, sumado a esta realización está presente ese olor a vereda en donde se asocian personas, lugares, comidas y actividades que tuvieron lugar en algún punto del espacio, ese olor a vereda no viene por sí solo sino que al sentirlo es porque la persona está viviendo alguna de aquellas experiencias anteriores siendo características propias de aquel lugar y que no se viven en otra parte geográfica, el olor a vereda empieza a sentirse al pasar por los desolados caminos
encerrados de árboles, cultivos y animales en donde al pasar se contemplan todos estos objetos que en su conjunto presentan esa sensación indescriptible con palabras pero que recuerdan esa familiaridad asociada con las experiencias vividas en algún pasado.
Al elegir un recuerdo se presenta primariamente las fiestas que tuvieron lugar en la Finca hace varios años, producto de las temporadas de fin de año en donde se sentía el fervor por lo realizado y la expectativa por lo que se podrá lograr en el futuro, en el ambiente lleno de música alegre y baile se notaba en cada persona presente en el lugar esta sensación de comodidad y libertad, todos sin importar su edad se sentían libres en el rincón que los vio nacer y que en mi caso se compartía sin importar que viniera de un otro municipio, al parecer los lazos que me unían a aquella gran familia, cada vez mas grande, me permiten compartir ese mismo sentimiento que se percibía en ese aire de festejo decembrino en donde lo mismo se repetía en cada ocasión que se visitaba el lugar, como una esencia inherente del espacio que se fue formando conforme la familia Sanchez crecia en número.



