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Círculos coloridos

Passing the Gift

Juan Diego Pérez

El desarrollo de la sociedad ha beneficiado una gran cantidad de sectores y a perjudicado otros, el aumento de empleo e innovaciones en la tecnología, educación, transportes, etc. Ha permitido que la humanidad tenga avances cada vez mas rápidos, como pasamos de transportarnos con caballos a utilizar trenes o automóviles en una cantidad de tiempo mínima, como en menos de 200 años las ciudades han crecido de manera descomunal pasando de ser aquello que en la antigüedad hubieran pasado por centros de comercio y protección a básicamente nuestro entorno.

Durante estos procesos de crecimiento de las grandes ciudades fue bastante común la migración de personas del campo o pueblos cercanos por motivos de empleo o educación para una mejor calidad de vida, Paris del siglo XVIII, Londres del siglo XIX, los Estados Unidos o Colombia con el paso del tiempo. Nuestro país se forjo en medio de una gran cantidad de pueblos parecido a una especie de telaraña en la cual todos estaban conectadas a una ciudad la cual aun no resultaba muy extensa.

 

Mientras que las ciudades crecían, los pueblos disminuían su población joven, problemática que se ve hasta día de hoy. Estos además de buscar maneras de mejorar su vida también contemplaban la oportunidad de escapar del constante conflicto entre partidos políticos y grupos al margen de la ley que surgían cada vez más. En Bogotá, la ciudad capital, se vio esta tendencia a lo largo del siglo XX en la cual, los migrantes llegaban a las  afueras de la ciudad hasta ahora en crecimiento.

Ciudad Bolívar, no es mas que el resultado de estos movimientos provenientes de las afueras de la ciudad, su primer pico de migración fue durante los años 40s y 50s en los cuales población de Boyacá, Cundinamarca y Tolima se ubicarían en los actuales barrios Meisen, México San Francisco o Ismael Perdomo. La segunda ola fue durante los 80s en los cuales la población migrante se ubico en veredas y otras zonas afuera de las ciudades que no estuvieran en propiedad de alguien, aparecerían Los Alpes, Juan Pablo II, Naciones Unidas, Cordilleras, Juan José Rondón, etc.

Casados en Duitama, Boyacá. Inés y Gilberto harían parte de la segunda ola de migración en 1981 en el actual Juan Pablo II, se realizaron la construcción de gran cantidad de viviendas por parte de estos nuevos habitantes, colaborando unos con otros, en algunos casos se presentaba la invasión de tierras las cuales ya estaban a nombre de alguien, sumado a esto la poca presencia del estado o supervisión del mismo dio paso a brutalidad policiaca o mas adelante el surgimiento de pandillas.

Actualmente mi familia cuenta con 3 casas cercanas las unas con las otras, algunas construidas después y otras pasando por cambios, se conto con familiares los cuales ya habitaban anteriormente en el barrio San Francisco, con la colaboración en las distintas obras algunas casas se vendían a precios muy bajos llegando a ofrecerse una cercana al barrio Compartir y Arborizadora Baja. Posteriormente se eligió una en Juan Pablo II la cual haría parte de las primeras casas del barrio ubicada de manera estratégica para San Francisco, Compartir o Manitas.

Siendo Ciudad Bolívar todavía algo joven la supervisión de algunas propiedades eran ineficientes, por lo cual en 1983 el consejo de Bogotá con el acuerdo 11 redefinió los límites de construcción para preservar el espacio de la sabana con fines agropecuarios.

La poca supervisión del estado y el hecho de apenas estar en surgimiento dio paso al surgimiento de pandillas y la ausencia de educación en la zona por lo cual tanto mi madre como tías tuvieron que estudiar en colegios bastante alejados como lo fue el Centro Juvenil de Religiosas Adoratrices, por otro lado, la situación de violencia se volvió tan fuerte que en 2007 se realizo un monumento a las víctimas el cual sigue en pie actualmente.

 

A día de hoy Juan Pablo II es muy diferente al de hace unos años, pero aun así recuerda sus orígenes y tiempo difíciles, ya sea el acento aun presente en las personas mayores, el uso de algunos con ruanas y sombreros. También obras que la conectan con la ciudad y otros barrios, el transmicable como solución al complicado transporte, pintura regalada por la alcaldía para representar la unidad y un mundo mas colorido en el cual los niños van a crecer sin peligro alguno, y obras como la pavimentación de caminos que resultan ciertamente recientes (en mi caso a inicios de 2020) desde Marandu hasta lo más lejano en Paraíso. A continuación, presento un audio de una familia que hizo parte de la segunda ola. 

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